ARTICULO #4.3 – COMO ANALIZAR EL RIESGO DE LA EMPRESA

Juan Ramón Báez Ibarra (*)

VALORACIÓN DEL CLIENTE, DIAGNOSTICO Y CONCLUSIONES

Concesión o denegación:

  • En las operaciones con profesionales, empresarios y empresas, evaluar el riesgo significa:
    • Identificar las fuentes de ingresos que se destinarán a devolver el importe prestado,
    • Estudio de la evolución del profesional o empresa en su ámbito,
    • En el caso de empresas, valorar conjuntamente el patrimonio de la sociedad y las eventuales garantías aportadas,
    • En el caso de profesionales y empresarios, valorar conjuntamente su patrimonio personal y profesional.
  • Evaluar el riesgo significa determinar la posibilidad de recuperar el dinero prestado, que depende:
    • Que el cliente quiera,
    • Y que pueda pagarla.
    • Para pronosticar la buena voluntad del cliente significa examinar sus antecedentes personales, familiares y económicos,
    • La futura capacidad de devolución del cliente se deduce de su solvencia (patrimonio) y su capacidad de generar beneficios y la evolución previsible de ambos factores.
  • El riesgo puede asumirse cuando:
    • No existen razones para creer que el cliente no querrá devolver el préstamo en la forma prevista. Se llega a este pronóstico cuando en sus antecedentes personales, familiares y económicos no se observan informalidades ni incumplimientos.
    • Es posible evaluar razonablemente si el cliente podrá devolver el préstamo a raíz de la evolución previsible de sus ingresos y patrimonio.
  • El riesgo puede asumirse con reservas, por ejemplo, cuando se juzga necesaria:
    • La aportación de alguna garantía,
    • La ampliación de las garantías aportadas,
    • La cancelación previa de los créditos anteriores.
    • Una evaluación muy conservadora reduce el riesgo pero puede implicar pérdida de negocios.
  • Los motivos de denegación suelen ser:
    • Patrimonio o solvencia insuficiente,
    • Carácter aleatorio o variable de los ingresos percibidos,
    • Inestabilidad personal, profesional,
    • Ocultación de la finalidad real de la operación,
    • Antecedentes de negligencia, mala fe o fraude,
    • Garantía de valoración o realización problemática,
    • Presentación de estados financieros intencionalmente confusos o inexactos,
    • Previsión de evolución negativa,
    • Acumulación de riesgos en personas físicas o jurídicas vinculadas.

Una solvencia suficiente es aquella que en caso de tener que ejecutar el crédito, el valor de venta de los activos en garantías basta para cubrir la deuda.

 

COMPENSACIONES

  • En la actualidad el margen financiero es cada vez más estrecha a causa de la fuerte competencia.
  • A fin de conseguir ampliar estos márgenes, se debe solicitar al cliente que complementen las relaciones con la entidad aportando compensaciones.
  • Las compensaciones ayudan a mejorar la situación de riesgo, porque en caso de que el cliente no pueda cumplir con sus obligaciones, las compensaciones representan un seguro, ya que pueden ser objeto de pignoración.
  • Las compensaciones ayudan a mejorar la rentabilidad porque pueden aumentar la vinculación del cliente.

 

(*) Juan Ramón Báez Ibarra – Master y Doctor en Contabilidad por la Fundación Getulio Vargas y Universidad de San Pablo del Brasil, respectivamente. Especialista en Finanzas y Contabilidad, Riesgos Financieros (Crédito, Liquidez y Mercado), Administración de Riesgos de Empresas (ERM),  Riesgo Operacional, Riesgo de Lavado de Dinero/FT (SARLAFT colombiano). Instructor nacional e internacional. Profesor Universitario.