Artículo # 8 – Todo lo que Deberías saber sobre Riesgo de Liquidez -Tercera Parte

Por: Juan Báez Ibarra (*)

Gestión del riego de liquidez

La gestión de la liquidez supone estimar las necesidades de liquidez, para alcanzar los objetivos previstos, y atenderlas de la forma menos costosa posible.

Las entidades financieras pueden obtener liquidez por ambos lados del balance así como de actividades fuera de balance.

Liquidez de los activos

Generalmente los bancos mantienen algunos activos líquidos para complementar la liquidez de los depósitos y otros pasivos. Esos activos pueden ser rápida y fácilmente convertibles en efectivo a un coste razonable, o tienen un plazo de vencimiento anterior a las necesidades de liquidez previstas.

Los activos líquidos incluyen aquellos que pueden ser pignorados o utilizados en repos y, aunque los gestores esperan conseguir también un ingreso por intereses en estos activos, su objetivo básico es procurar liquidez.

Los activos del mercado monetario son generalmente los activos más líquidos.

La cartera de inversión puede proporcionar liquidez por tres vías:

  • El vencimiento de los activos;
  • La venta de los activos para conseguir efectivo; y
  • La utilización de los activos “libres” como colateral en un repo o en un préstamo.

Los activos de caja tales como efectivo, cuentas mutuas, y saldo en la cuenta del Banco Central son generalmente activos no liquidos  en una entidad en funcionamiento.

Esos activos son necesarios para atender el negocio diario, así, si esos fondos se utilizan deberán reponerse antes de acometer más actividades.

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Liquidez de los pasivos

Los grandes bancos generalmente tienen un fácil acceso a los mercados monetarios y usualmente encuentran que tales prestamistas resultan una vía más económica para resolver a corto plazo las demandas inesperadas de préstamos o las retiradas de fondos.

El acceso a los mercados mayoristas puede proporcionar fondos rápidamente y en  cuantías elevadas frente a los resultados mucho más lentos derivados de un incremento de los depósitos de clientes.

Sin embargo,  los bancos más pequeños no suelen tener la misma facilidad para resolver estas situaciones recurriendo a los mercados monetarios.

La gestión de pasivos no está exenta de riesgos. Los cambios en las condiciones de los mercados pueden hacer difícil que el banco consiga recursos para gestionar su estructura de pasivo.

Fuentes de Recursos

Las fuentes de recursos se caracterizan generalmente como mayoristas y minoristas.

Los Intermediarios Financieros deben diferenciar ambas fuentes dado que tienen diferente sensibilidad al riesgo de crédito y al riesgo de interés y reaccionan de forma distinta a los cambios en las condiciones económicas y financieras de la entidad.

Los depósitos minoristas, son los que el banco recibe del público en general, economías domésticas y pequeñas empresas. Son la principal fuente de financiación y, para muchos bancos, continúan siendo a fuente relativamente estable de fondos.

Los depósitos minoristas, se benefician de la  existencia de un fondo de garantía de depositos  y los clientes suelen valorar la relación personal con la entidad.

Sin embargo, la determinación de la sensibilidad de los depósitos minoristas no resulta sencilla. El tamaño del depósito; el origen, oficina o Internet; la personalidad del titular, etc. son aspectos que deben considerarse para determinarla.

Los depósitos mayoristas, provienen de grandes empresas, otras instituciones financieras, administraciones públicas, etc. Estos fondos resultan muy sensibles al riesgo de crédito y al riesgo de interés y suponen una importante fuente de riesgo de liquidez para el banco

Teniendo en cuenta estos aspectos, los gestores, además de intentar conseguir una adecuada estructura de recursos, deben considerar cuidadosamente las posibles concentraciones de fondos.

Se considera que existe una “concentración” cuando una decisión individual, o un único factor, puede provocar una considerable retirada de fondos.

No existe un tamaño determinado para considerar que existe “concentración”, ésta depende del banco y de su estructura de balance. El importe de la misma será aquel que si se retirase solo, o acompañado de unas pocas cuentas grandes más, podrían originar un cambio significativo en la estrategia diaria.

Titularización de activos
La titularización ha incrementado las fuentes de recursos para las entidades y la presencia de las mismas en los mercados. Sin embargo, la dependencia excesiva de un único vehículo puede incrementar el riesgo de liquidez.

Las entidades financieras que originan activos específicamente para su titularización pueden depender excesivamente de que el mercado esté en condiciones de absorber las nuevas emisiones de bonos de titularización.

Esta estrategia puede causar dificultades si las circunstancias del mercado, o las específicas del banco, le obligan a mantener los activos en su cartera.

Otras operaciones fuera de balance

Además de la titularización, otras actividades fuera de balance se han incrementado considerablemente en los últimos años. Esas actividades, que pueden tener una gran importancia en el análisis y la gestión de la liquidez, pueden suministrar o drenar liquidez dependiendo del tipo de operación y de la evolución de los tipos de interés.

Así, por ejemplo, un banco que suscribe un swap como pagador variable y que recibe, en el momento inicial, un pago como resultado de la diferencia entre el tipo fijo y el variable. Si los tipos de interés se incrementan podría resultar que el pago variable fuese superior al fijo y la operación que comenzó como un ingreso se convierta en una obligación de pago.

Además de gestionar la liquidez en situaciones normales, las entidades deben estar preparadas para afrontar eventuales crisis, tanto propias como de los mercados.

La forma de hacerlo es diseñar distintos escenarios de crisis, estimar como repercutiría en la entidad cada uno y, en función de ello, preparar los correspondientes planes de contingencia, tendentes a garantizar la continuidad de la entidad, incurriendo en los menores costes posibles.

 

(*) Dr. Juan Báez Ibarra – Master y Doctor en Contabilidad por la Fundación Getulio Varga (FGV) y Universidad de San Pablo (USP) del Brasil, respectivamente. Instructor nacional e internacional de Riesgos Financieros, Productos y Mercados Financieros, NIIFs, ALD y Gestión Integral de Riesgos.. Amplia experiencia en Entidades Financieras.